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UN MIRÓ EN EL CUARTO DE BAÑO.

Como la mayoría de españoles, vivo estos días estupefacto e indignado por los desmanes urbanísticos de Marbella y otras localidades de la Costa española. Éste también es un asunto patrimonial pues la destrucción del patrimonio urbano y paisajístico que se está produciendo es inorme e inaceptable.

Pero aún así lo que mas indignación me ha producido ha sido ese impactante titular mediático "Un Miró en el cuarto de baño", con el que muchos periódicos se hacían eco de los bienes que poseía el cerebro de la trama de Marbella, Juan Antonio Roca, y principal imputado en el caso Malaya.

Lo que me ha indignado no ha sido la cantidad de obras de arte que había atesorado con sus prácticas presuntamente ilícitas, sino la normalidad con la que se ha aceptado socialmente que un Miró pueda estar en un cuarto de baño. ¿¡Cómo no han protestado todos los conservadores del mundo por lo que son unas condiciones de conservación inaceptables de la obra de un pintor tan insigne! ¿¡Cómo es posible que se produzca una enorme protesta social por goteras en un museo y aceptemos que un Miró esté en un cuarto de Baño?! ¿Por qué? ¿Porque es privado?

Está claro que en España existe un enorme vacío en la protección de los bienes muebles privados. ¿Es que no son o pueden ser bienes de interés cultural? ¿Es que la propiedad privada está por encima del interés general? Sin lugar a dudas esta situación resulta indigante y muy esclarecedora de una situación preocupante: en los bienes muebles culturales privados hace tiempo que predonima la libertad individual sobre la el derecho colectivo a la cultura.

Creo recordar que el dueño de los Girasoles de Van Gogh ( o alguien semejante) dijo un día que el cuadro, por el que había pagado una cantidad casi irreal, moriría cuando él muriera. Si eso sucede algún día lo que habrá muerto es el propio concepto de Patrimonio Histórico. Como se puede ver, comparte filosofía con Juan Antonio Roca.

Pepe Castillo

 

1 comentario

Victoria Quirosa -

Observo con asombro la actualidad que no deja de poner en relieve algo que en cierto modo ya sabíamos, siempre recurro a la frase del "mal de la abundancia" que me parece reveladora para el análisis de la tutela del Patrimonio Histórico de nuestro país, el deficit acumulado a lo largo de "siglos" evidencia la lucha contra reloj a la que se ve sometida la tutela, sin embargo, son muchas las noticias que están poniendo en tela de juicio las lagunas operativas existentes para determinado grupo de bienes, ante lo que me pregunto:¿Son los bienes culturales muebles un Patrimonio secundario? ¿Qué ocurre con los bienes culturales muebles privados? ¿se está sometiendo a algún tipo de control la compra venta de arte tal y como se estipula en la LPHE? ....